En 1932 el
eminente psicoanalista Carl Jung escribió ésta crítica demoledora sobre el Ulysses
de James Joyce.
“Leí hasta la página
135 con desesperación en mi corazón, quedándome dormido dos veces en el camino.
La increíble versatilidad del estilo de Joyce tiene un efecto monótono e hipnótico.
Nada sale al encuentro del lector, todo se escapa de él dejando un espacio
abierto tras de sí. El libro está siembre arriba y alejado, insatisfecho consigo
mismo, irónico, sardónico, virulento, desdeñoso, triste, desesperado, y amargo
[…] Sí, admito que siento que me han tomado el pelo. El libro no me encontraría
a medio camino, nada en él intenta que estés de acuerdo y siempre ofrece al
lector una irritante sensación de inferioridad.”
Crítica de la
que Jung se debió arrepentir, a juicio de la carta que con posterioridad remitió
al escritor:
“El Ulysses ha
probado ser una tuerca terriblemente dura de mover, que ha obligado a mi mente,
no sólo a hacer esfuerzos inusuales sino también a hacer extravagantes
peregrinaciones (hablando desde el punto de vista de un científico). Su libro
me ha causado problemas sin fin y me ha costado tres años hasta conseguir
meterme con éxito dentro del mismo. Debo
decirle que le estoy profundamente agradecido por su gigantesca obra, porque he
aprendido mucho de ella. Probablemente nunca estaré seguro de saber porqué he
disfrutado, dado que me ha molido los nervios y la materia gris”
Mucho después de
aquella carta, Jung trataría como médico a la hija de Joyce, que sufría de
esquizofrenia, testigo de aquellos encuentros quedó la dedicatoria que el
propio Joyce dejó sobre la primera página del ejemplar de Jung, que dice así:
“Al doctor C. G.
Jung, en agradecido reconocimiento a su ayuda y consejo. James Joyce”
Vía "Letters of note"