En abril de 1951
Jack Kerouac escribió “On the road” en un gran cilindro de papel de casi seis
metros de longitud, lo hizo siguiendo los preceptos de lo que él llamó “Prosa
espontánea”, es decir, del tirón, en apenas tres semanas, sin respetar márgenes
ni párrafos y sin parar demasiado a revisar lo escrito; el extremo final del rollo
original está perdido, el destino del valioso fragmento desaparecido está reflejado en una nota manuscrita del propio Kerouac que dice así.
“Comido por
Patchkee, un perro”